La Ruta del Pisco en la región de Ica es un viaje fascinante a través de las bodegas y viñedos que producen el famoso Pisco peruano. La historia de la producción de Pisco en esta región se remonta a la época colonial. La uva que se utiliza para hacer Pisco, la Quebranta, ha sido cultivada en Ica desde el siglo XVI. La ruta permite a los visitantes conocer el proceso de producción, degustar diferentes variedades de Pisco y aprender sobre la rica tradición vitivinícola de la zona.

El sandboarding y los paseos en tubulares en las dunas de Ica ofrecen una experiencia emocionante y única. Los aventureros pueden deslizarse por las imponentes dunas de arena en una tabla de sandboard, una experiencia similar al snowboarding pero en un entorno desértico. Los paseos en tubulares, vehículos especialmente diseñados para la arena, ofrecen una dosis adicional de adrenalina al subir y bajar las dunas a gran velocidad, brindando vistas impresionantes del paisaje desértico.

Durante el tour a las Islas Ballestas en Paracas, los visitantes pueden avistar una variada fauna marina. Algunas de las especies más destacadas incluyen leones marinos, pingüinos de Humboldt y una gran variedad de aves guaneras, como pelícanos, piqueros y cormoranes. La abundancia de vida marina convierte a las Islas Ballestas en un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y la observación de aves.

La Reserva Nacional de Paracas alberga una variedad de paisajes impresionantes. La Formación Rocosa de la Catedral, antes de su colapso en 2007, era uno de los puntos más destacados de la reserva. Aunque la Catedral ya no está completa, la belleza del paisaje rocoso continúa siendo impactante. Otros puntos destacados incluyen las playas de arena roja, las formaciones rocosas de la Playa Lagunillas y la fauna marina en las Islas Ballestas.

El Candelabro de Paracas es un geoglifo gigante grabado en la arena de la península de Paracas. Su origen y propósito exactos aún son objeto de especulación y misterio. Se cree que fue creado por la cultura Paracas, predecesora de la cultura Nazca, alrededor de 200 a.C. Aunque su función exacta no se conoce, se piensa que pudo haber tenido un significado ceremonial o astronómico. Su fama radica en su enigma, tamaño imponente y la intriga que rodea su creación a lo largo de los siglos.